ENCUENTRO No: 19 LOS SACRAMENTOS DE SANACIÓN

 ENCUENTRO No:  19

 

LOS SACRAMENTOS DE SANACIÓN

 

ORACIÓN INICIAL

Señor Jesucristo: Única esperanza para la salvación de mi alma. Te pido que me des [a mí, sacerdote tuyo,] contrición de corazón y lágrimas en mis ojos, para que yo pueda llorar día y noche todas mis negligencias con humildad y pureza de corazón. Oh Señor, Dios mío, recibe mis súplicas.

Salvador del mundo, buen Jesús, que te entregaste a la muerte de Cruz para salvar a los pecadores, mírame a mí, miserable pecador, invocando tu Nombre, y no mires mis pecados de modo que olvides tus bondades; y si he pecado, de modo que merezca la condenación, tú no pierdas lo que has decidido salvar. Sé propicio conmigo, Tú que eres mi Salvador, y ten misericordia de mi alma pecadora. Rompe mis cadenas, cura mis heridas.

Piadosísimo Señor, por los méritos de la purísima e Inmaculada siempre Virgen y Madre tuya María, que tú nos dejaste como Madre y de todos los Santos, envía tu luz y tu verdad a mi alma, para que todos mis defectos aparezcan claros ante mí, aquellos que debo confesar, y que ello me ayude y enseñe a manifestarlos plenamente con un corazón contrito. Tú, oh Dios, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

Los sacramentos de sanación son aquellos que continúan la obra de Jesús al sanarnos y salvarnos. Por medio del Espíritu Santo, en estos sacramentos Jesús continúa su obra en la Iglesia para ayudarnos a obtener nuestra salvación y nuestra sanación.

SANACIÔN es

De acuerdo a la iglesia católica, Jesucristo a través del cumplimiento de estos sacramentos, nos ayuda a obtener tanto sanación como salvación.





 

SACRAMENTO UNCIÓN DE LOS ENFERMOS

Es el sacramento por medio del cual se recibe una gracia de consuelo, de paz y de ánimo para vencer las dificultades propias del estado de enfermedad grave o de la vejez. Esta gracia es un don del Espíritu Santo que nos lleva a renovar la confianza y la fe en Dios y fortalece el alma para que sea capaz de vencer las tentaciones de desaliento y de angustia especialmente.

A través de él, se pide al Señor, la salud del cuerpo, del alma y del espíritu del cristiano que pasa por una grave enfermedad o vejez avanzada. Asimismo, al recibir la unción bien dispuesto y en gracia, si es la voluntad de Dios, puede obtenerse, incluso, la curación o la salud que necesita el enfermo.

 ¿QUÈ SENTIDO TIENE ESTE SACRAMENTO?

Ø  La salvación y el alivio de sus miembros enfermos, así como la fortaleza para aquellos que afrontan la debilidad de la vejez.

Ø  El enfermo y el anciano se ven fortalecidos en su fe porque se hace patente la relación profunda que su situación guarda con la muerte y resurrección de Jesucristo.

Ø  Perdona los pecados de aquel que lo recibe, haciendo presente la misericordia de Dios

Ø  La solidaridad y el servicio de la Iglesia para con sus enfermos y ancianos se concentran litúrgicamente en los gestos que se realizan en este sacramento.

 

EFECTOS DE ESTE SACRAMENTO

 

  La primera gracia es de consuelo, paz y ánimo para vencer las dificultades propias de la enfermedad o la fragilidad de la vejez. Es un don del Espíritu Santo que renueva la confianza y la fe en Dios y fortalece contra las tentaciones del maligno, como el desaliento y la desesperación.

  El perdón de los pecados. Pues se requiere además el arrepentimiento y confesión de la persona que recibe el sacramento (Según sea el caso)

  La unión a la Pasión de Cristo. Se recibe la fuerza y el don para unirse con Cristo en su Pasión y alcanzar los frutos redentores del Salvador.

  Los enfermos que reciben este sacramento, uniéndose libremente a la Pasión y Muerte de Jesús, contribuyen al bien del Pueblo de Dios y a su santificación.

  Una preparación para el paso a la vida eterna. Este sacramento acaba por conformarnos con la muerte y resurrección de Cristo como el bautismo había comenzado a hacerlo

Mateo 4:24

“Su fama se extendió por toda Siria, y le llevaban todos los que padecían de diversas enfermedades, los que sufrían de dolores graves, los endemoniados, los epilépticos y los paralíticos, y él los sanaba”


ELEMENTOS DE ESTE SACRAMENTO:

v  La materia: Es el aceite de oliva bendecido por el Obispo (Jueves Santo)

v  La Materia Próxima, Es la unción con el óleo santo (Es la unción con el óleo, la cual debe ser en la frente y las manos para que este sacramento sea válido, pero si las circunstancias no lo permiten, solamente es necesaria una sola unción en la frente o en otra parte del cuerpo para que sea válido)

v  Signo: Unción del Enfermo (Frente-Manos)

v  La forma: son las palabras que se dicen durante la ceremonia: “Por esta Santa Unción, y por su bondadosa misericordia te ayude el Señor con la gracia del Espíritu Santo, para que, libre de tus pecados, te conceda la salvación y te conforte en tu enfermedad”.

v  El sujeto: Todo sacerdote.

v  Ministro: Todo bautizado debidamente preparado, en sujeto capaz de recibirla

 CELEBRACIÒN LITURGICA DEL SACRAMENTO:

Ø  Saludo y preparación

Ø  Liturgia de la Palabra

Ø  Liturgia sacramental, que a su vez se compone de: imposición de manos por parte del sacerdote, alabanza del aceite consagrado, signo sacramental por el que se unge la frente y las manos del enfermo al tiempo que se dice, Además, puede participar el enfermo de la comunión del Cuerpo de Cristo que, en peligro de muerte, se llama viático, es decir, alimento para el último viaje.


 SACRAMENTO DE CONFESIÓN /RECONCILIACION


Este sacramento es aquel en el que los fieles que manifiestan sus pecados a un sacerdote, con el debido arrepentimiento y con propósito de enmienda, obtienen de Dios el perdón de los pecados cometidos después del bautismo, mediante la absolución dada por el ministro, y al mismo tiempo se reconcilian con la Iglesia.

Al administrar este sacramento, el sacerdote ha de poseer las debidas licencias, atenerse fielmente al magisterio de la Iglesia y a las normas de la autoridad, y respetar el sigilo sacramental.

 

La confesión individual e íntegra que incluye al menos todos los pecados mortales no confesados que se pueden recordar– y la absolución del sacerdote, constituyen el único modo ordinario de recibir este sacramento. Sólo la imposibilidad física o moral excusa de esa confesión, en cuyo caso la reconciliación se puede tener también por otros medios.

Todo fiel que haya llegado al uso de razón está obligado a confesar sus pecados graves al menos una vez al año.

 

No se deben oír confesiones fuera del confesonario si no es por justa causa. Tanto el penitente como el sacerdote tienen derecho a usar el confesonario con rejilla, salvo caso de necesidad y justa causa.

 

Porque realiza sacramentalmente nuestro retorno a los brazos del padre después de que nos hemos alejado con el pecado”.

El perdón de nuestros pecados no es algo que podamos darnos nosotros mismos. Este se pide a otro, y en este acto pedimos el perdón a Jesús no es fruto de nuestros esfuerzos, sino que es un regalo.

 

SABÍAS QUE…

En esta vida, todos los pecados pueden ser perdonados si nos arrepentimos de ellos y buscamos el perdón de Dios. Los únicos pecados que Dios no puede perdonar son los que nos negamos traer ante Su misericordia. Dios perdona los pecados ordinarios de muchas maneras. La manera de hallar el perdón para estos pecados mortales es a través de la confesión.

El arrepentimiento por los pecados incluye el deseo y la intención de rechazarlos en el futuro. Aquellos que viven en una situación constante de pecado, deben tener la intención de cambiarla antes de recibir una reconciliación fructífera.








EFECTOS DE ESTE SACRAMENTO:

Ø  Nos reconcilia con Dios y logramos recuperar la gracia, su Amistad.

Ø  Nos reconcilia con la Iglesia, con nuestros hermanos.

Ø  Nos da la fuerza para no volver a caer en el pecado.

Ø  Nos da paz espiritual, alegría.

 

PASOS PARA REALIZAR ESTE SACRAMENTO:

 

1.      EXAMEN DE CONCIENCIA:


La confesión no tendrá efecto y fruto si entramos en la Iglesia y rápido nos confesamos, sin haber hecho primero un buen examen de conciencia sereno, tranquilo, pausado, y si es por escrito mejor, para que así, no nos olvidemos ni un pecado.

 

“EL EXAMEN DE CONCIENCIA CONSISTE EN REFLEXIONAR SOBRE TODO AQUELLO QUE NOS HAYA PODIDO ALEJAR DE DIOS”

 

2.      CONTRICIÓN Y PROPÓSITO DE NO VOLVER A PECAR:

La contrición, o arrepentimiento, es un dolor del alma y un rechazo de nuestros pecados, que incluye la resolución de no volver a pecar

“ES UN DOLOR DEL ALMA Y UN RECHAZO DE NUESTROS PECADOS, QUE INCLUYE LA RESOLUCIÓN DE NO VOLVER A PECAR”




3.      CONFESAR LOS PECADOS:

La confesión consiste en la acusación de los pecados hecha delante del sacerdote.

“UNA BUENA CONFESIÓN ES DECIR LOS PECADOS AL SACERDOTE DE FORMA CLARA, CONCRETA, CONCISA Y COMPLETA”

 

4.     


PROPOSITO DE ENMIENDA:

Es una firme resolución de nunca más ofender a Dios. Y hay que hacerlo ya antes de confesarse. Esto es lo que se propone el pecador al hacer el propósito de enmienda. No significa que el pecador ya no volverá a pecar, pero sí quiere decir que está resuelto a hacer lo que le sea posible para evitar sus pecados que tanto ofenden a Dios.

 

“La conversión y renovación es progresiva, lenta. Por eso es necesaria la confesión frecuente, no sólo cuando hemos caído, sino para no caer”

 

5.      CUMPLIR LA PENITENCIA:


La satisfacción consiste en el cumplimiento de ciertos actos de penitencia que el confesor indica al penitente para reparar el daño causado por el pecado.

Es una ocasión también para dar gracias a Dios por el perdón recibido, y renovar el propósito de no volver a pecar.

“EL SACERDOTE SEÑALA UNA PENITENCIA PARA REPARAR EL DAÑO CAUSADO”

 


ELEMENTOS DE ESTE SACRAMENTO:

 

v  La materia: El dolor de corazón o contrición, los pecados dichos al confesor de manera sincera e íntegra y el cumplimiento de la penitencia o satisfacción. Los pecados graves hay obligación de confesarlos todos.

v  Signo: Es la absolución de los pecados por parte del sacerdote y los actos del penitente.

v  La forma: Son las palabras que pronuncia el sacerdote después de escuchar los pecados - y de haber emitido un juicio - cuando da la absolución: Yo te absuelvo de tus pecados, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”

v  El sujeto: Persona arrepentida con deseos de cambiar

v  Ministro: Sacerdote-Obispo.

 

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