Amén.
Los 5 mandamientos de la Santa Madre Iglesia son
normas que fomentan el esfuerzo espiritual y el compromiso con la misión de la
Iglesia en la tierra. Nos invitan a la reflexión y al sacrificio por la
comunidad Santa y nuestro prójimo.
Este mandamiento exige a los fieles participar en la celebración eucarística, el día en que se conmemora la Resurrección de Cristo y en algunas fiestas litúrgicas importantes. El no cumplirlo es pecado grave para todos aquellos que tienen uso de razón y hayan cumplido los siete años. Para cumplir este precepto hay que hacerlo el día en que está mandado, no se puede suplir. Implica una presencia real, es decir, hay que estar ahí y hay que escucharla completa.
La Misa o sacrificio eucarístico del cuerpo y la sangre de Cristo, instituido por Él para perpetuar el sacrificio de la Cruz, es nuestro más digno esfuerzo que podemos hacer para acercarnos a Dios, y más útil para conseguir el aumento de la gracia.
- Miércoles 1 de enero de 2025 – Solemnidad de María, Madre de Dios.
- Domingo 20 de abril de 2025 – Domingo de Pascua.
- Jueves 29 de mayo de 2025 – Ascensión de Jesús.
- Viernes 15 de agosto de 2025 – Asunción de la Santísima Virgen María.
- Sábado 1 de noviembre de 2025 – Día de Todos los Santos.
- Lunes 8 de diciembre de 2025 – La Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María.
- Jueves 25 de diciembre de 2025 – Navidad
Lunes 6 de enero de 2025 – Epifanía del Señor, Solemnidad
Miércoles 5 de marzo de 2025 – Miércoles de
Ceniza
Miércoles 19 de marzo de 2025 – Solemnidad de
San José, Esposo de la Santísima Virgen María
Martes 25 de marzo de 2025 – Anunciación del
Señor, Solemnidad
Jueves 17 de abril de 2025 – Jueves Santo
Viernes 18 de abril de 2025 – Viernes Santo
Sábado 19 de abril de 2025 – Sábado Santo
Jueves 19 de junio de 2025 – Corpus Christi,
Solemnidad
Martes 24 de junio de 2025 – Natividad de San
Juan Bautista, Solemnidad
Viernes 27 de junio de 2025 – El Sagrado Corazón
de Jesús, Solemnidad
· 2. Confesar los pecados graves cuando menos una vez al año, en peligro de muerte y si se ha de comulgar
Hay que acudir a este sacramento – como todos los demás, signo sensible eficaz de la gracia, instituido por Cristo y confiado a la Iglesia - para asegurar la preparación para la Eucaristía mediante su recepción que continua la obra de conversión y perdón del Bautismo. No basta con acudir, sino que hay que cumplir con todos los requisitos que el sacramento impone. El asistir sin cumplir con los actos del penitente, se convierte en una confesión sacrílega. Esto no implica que la confesión frecuente no sea recomendable, sino todo lo contrario, para quienes quieren ir perfeccionando su vida, confesarse con frecuencia es uno de los mejores medios.
4. Ayunar y abstenerse de comer carne cuando lo manda la Iglesia
La abstinencia es una práctica penitencial por la que se le ofrece a Dios el sacrificio de no tomar carne u otro alimento, recordando así y uniéndose a los dolores de Cristo por nuestros pecados.
5. Ayudar a la Iglesia en sus necesidades
·
Comentarios
Publicar un comentario