Encuentro 9. Los Mandamientos de la Iglesia

 


Oración para vivir los Mandamientos 


Señor

Que el Espíritu Santo
sea el camino para vivir los Sagrados Mandamientos.

Que a través del Sacratísimo Corazón de Jesús
nuestras almas encuentren la vivencia de las Leyes Divinas.

Que la humanidad sea redimida y perdonada
por la Misericordiosa Ley.

Que en el Padre Celestial
vivamos por siempre la Ley Eterna de Su Gracia.

Amén.






Los 5 mandamientos de la Santa Madre Iglesia son normas que fomentan el esfuerzo espiritual y el compromiso con la misión de la Iglesia en la tierra. Nos invitan a la reflexión y al sacrificio por la comunidad Santa y nuestro prójimo.



1. Oír Misa entera los domingos y fiestas de guardar

Todos tenemos la obligación de emplear parte de nuestro tiempo para consagrarlo a Dios y darle culto, esta es una ley inscrita en el corazón. Es ley natural darle culto a Dios, y la Misa es el acto fundamental del culto católico. De este modo la Iglesia concreta el tercer mandamiento de la Ley de Dios y el deber de los cristianos es cumplirlo, además de ser sobre todo un inmenso privilegio y honor.


Este mandamiento exige a los fieles participar en la celebración eucarística, el día en que se conmemora la Resurrección de Cristo y en algunas fiestas litúrgicas importantes. El no cumplirlo es pecado grave para todos aquellos que tienen uso de razón y hayan cumplido los siete años. Para cumplir este precepto hay que hacerlo el día en que está mandado, no se puede suplir. Implica una presencia real, es decir, hay que estar ahí y hay que escucharla completa.

La Misa o sacrificio eucarístico del cuerpo y la sangre de Cristo, instituido por Él para perpetuar el sacrificio de la Cruz, es nuestro más digno esfuerzo que podemos hacer para acercarnos a Dios, y más útil para conseguir el aumento de la gracia.



Solemnidades y otras celebraciones especiales en 2025

  Lunes 6 de enero de 2025  – Epifanía del Señor, Solemnidad

Miércoles 5 de marzo de 2025  – Miércoles de Ceniza

Miércoles 19 de marzo de 2025  – Solemnidad de San José, Esposo de la Santísima Virgen María

Martes 25 de marzo de 2025  – Anunciación del Señor, Solemnidad

Jueves 17 de abril de 2025  – Jueves Santo

Viernes 18 de abril de 2025  – Viernes Santo

Sábado 19 de abril de 2025  – Sábado Santo

Jueves 19 de junio de 2025  – Corpus Christi, Solemnidad

Martes 24 de junio de 2025 –  Natividad de San Juan Bautista, Solemnidad

Viernes 27 de junio de 2025  – El Sagrado Corazón de Jesús, Solemnidad


·       2. Confesar los pecados graves cuando menos una vez al año, en peligro de muerte y si se ha de comulgar


Hay que acudir a este sacramento – como todos los demás, signo sensible eficaz de la gracia, instituido por Cristo y confiado a la Iglesia - para asegurar la preparación para la Eucaristía mediante su recepción que continua la obra de conversión y perdón del Bautismo. No basta con acudir, sino que hay que cumplir con todos los requisitos que el sacramento impone. El asistir sin cumplir con los actos del penitente, se convierte en una confesión sacrílega. Esto no implica que la confesión frecuente no sea recomendable, sino todo lo contrario, para quienes quieren ir perfeccionando su vida, confesarse con frecuencia es uno de los mejores medios.




3. Comulgar por Pascua de Resurrección

Este mandamiento garantiza un mínimo en la recepción del Cuerpo de Cristo. Siempre hay que comulgar en estado de gracia y cumplir con el ayuno eucarístico. Se debe de recibir la comunión dentro de la Misa, los enfermos incapacitados para asistir a Misa deben de recibir el viático.


4. Ayunar y abstenerse de comer carne cuando lo manda la Iglesia

Esto asegura los tiempos de ascesis y de penitencia que nos preparan para las fiestas litúrgicas y contribuyen a adquirir el dominio sobre nuestros instintos y la libertad de corazón. No implica que hacer penitencia durante todo el año no sea de provecho.





La abstinencia es una práctica penitencial por la que se le ofrece a Dios el sacrificio de no tomar carne u otro alimento, recordando así y uniéndose a los dolores de Cristo por nuestros pecados.

5. Ayudar a la Iglesia en sus necesidades

El mandamiento señala la obligación de cada uno según sus posibilidades a ayudar a la Iglesia en sus necesidades materiales, para poder continuar con su misión. Las necesidades de la Iglesia son muchas.

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